martes, 17 de noviembre de 2009

¡¡49 millones de desnutridos en Estados Unidos!! ... al tiempo empresas de comida rápida reportan ganancias récord

La mitad de los menores de edad dependerán alguna vez de la asistencia federal para comer
En 2008 unos 49 millones de estadunidenses no tuvieron acceso a alimentos suficientes: informe

Es dos veces más probable que comunidades negras e hispanas reporten hambre en sus hogares

por David Brooks
Corresponsal

Periódico La Jornada
Martes 17 de noviembre de 2009, p. 20




Nueva York, 16 de noviembre. Más estadunidenses padecen hambre hoy día que en cualquier momento desde que se empezaron a llevar estadísticas de manera oficial, según un informe del gobierno de Estados Unidos difundido hoy.

Por otro lado, la mitad de los menores de edad estadunidenses tendrán en algún momento que depender de asistencia federal para comer antes de llegar a adultos.

Al inaugurarse este lunes en Roma la Cumbre Mundial sobre la Seguridad Alimentaria, el hambre en el país más rico del mundo no es parte del programa, ya que casi todo está enfocado en la asistencia de los países avanzados a los más pobres. Por supuesto, el hambre aquí se manifiesta de manera mucho menos severa que en los países pobres, y se llama más bien "inseguridad alimentaria", pero el hecho de que hay niños que no tienen suficiente que comer dentro del país más rico revela algo sobre por qué hay hambre en el planeta.

El número de estadunidenses que padecieron lo que se llama técnicamente "inseguridad alimentaria", o sea, que no tuvieron acceso seguro a suficientes alimentos en todo momento durante el año, se disparó a 49 millones en 2008, la cifra más grande desde 1995, cuando el gobierno empezó a llevar registros anuales, según un informe anual del Departamento de Agricultura de Estados Unidos.

El informe reveló que 14.6 por ciento de los hogares estadunidenses –17 millones– sufrieron de "inseguridad alimentaria" durante algún momento en 2008. Eso es un incremento de 3.5 por ciento, o 4 millones de hogares, comparado con 2007. Además, un tercio de estos hogares –6.7 millones– sufrían un nivel "muy bajo de seguridad alimentaria".

Según el informe, unos 17 millones de niños vivían en hogares donde a veces no había suficiente alimento, un incremento de casi 5 millones con relación al año anterior, y un número que representa más de uno de cada cinco menores de edad. A la vez, el número de niños que a veces padecían hambre aumentó en un año en casi 400 mil para llegar a un total de un millón 100 mil en 2008.

De hecho, en otra investigación elaborada por los sociólogos Mark Rank y Thomas Hirschl y publicada en la revista de medicina pediátrica Archives of Pediatrics and Adolescent Medicine a principios de mes, se reveló que casi la mita de todos los niños estadunidenses –y 90 por ciento de los afroestadunidenses– dependerían del principal programa de asistencia alimentaria del gobierno federal (food stamps) en algún momento de su niñez. Los investigadores alertaron que estas cifras provienen de una evaluación de 30 años de datos oficiales, pero que la recesión económica actual podría incrementarlas.

De acuerdo con cifras oficiales, aproximadamente 28.4 millones de estadunidenses dependían del programa federal de food stamps para alimentarse en un mes promedio durante 2008.

El informe del Departamento de Agricultura revela también que más de una de cada tres madres solteras reportaron dificultades para obtener suficiente alimento, y más de una de cada siete informaron que alguien en su hogar padecía hambre. Además, el reporte detectó que es dos veces más probable que los afroestadunidenses y los hispanos reporten que se carece de alimentos en sus hogares.

El informe del Departamento de Agricultura se puede consultar en: www.ers.usda.gov/features/householdfoodsecurity/

El presidente Barack Obama prometió en su campaña electoral que se dedicaría a erradicar el hambre entre los niños en este país para 2015, objetivo que ningún otro presidente se había atrevido a declarar. Pero con la actual crisis económica, las cosas podrían más bien empeorar durante su cuatrienio en la Casa Blanca.

La principal organización de asistencia caritativa alimentaria en Estados Unidos, Feeding America, la cual provee de alimentos a más de 25 millones de estadunidenses cada año, afirmó este lunes que los nuevos datos oficiales confirman sus propias investigaciones, que registraron un "incremento dramático en solicitudes de asistencia alimentaría de emergencia" por todo el país. Los depósitos de alimento manejados por la organización registraron un incremento de casi 30 por ciento este año. "Es trágico que tanta gente en este país de abundancia no tenga acceso a suficientes montos de alimento nutritivo", declaró hoy Vicki Escarra, presidenta de Feeding America, al agregar que las cifras oficiales actuales se refieren a 2008 y que desde entonces la situación económica ha empeorado.

Mientras tanto, en Roma, la FAO inauguró la cumbre mundial sobre la seguridad alimentaria, donde se repitió que el hambre afecta a uno de cada seis seres humanos, o sea, a mil millones. De seguro no muchos de los asistentes pensaban que entre los afectados por esta crisis se encuentran millones de estadunidenses.

A la vez, el sector empresarial de "servicios de alimento" (el cual comprende la comida rápida) fue el número uno entre 51 ramas industriales que incrementó sus ganancias durante 2008, según las listas anuales de las principales empresas de la revista Fortune, con un impresionante repunte de 43 por ciento. El sector de "producción de alimentos" (el cual incluye las principales agroindustrias) fue el número 9 de las 52 ramas en el incremento de sus ingresos en 2008.

¿Victoria del movimiento magisterial guerrerense?

Piden al gobierno estatal cumplir acuerdos pactados en congreso
Maestros de Guerrero exigen que renuncie el titular de Educación

por Misael Habana de los Santos
Corresponsal

Periódico La Jornada
Martes 17 de noviembre de 2009, p. 27




Acapulco, Gro., 16 de noviembre. Profesores afiliados a la Coordinadora Estatal de Trabajadores de la Educación en Guerrero (CETEG) se plantaron la mañana de este lunes en un carril de la avenida Costera Miguel Alemán, frente al club de golf de Acapulco.

Una comisión de mentores provenientes de las ocho regiones de la entidad, con aval de diputados locales, se reunieron en un hotel y presentaron a la base una minuta de 15 puntos que se discutió hasta casi las 20 horas.

La CETEG advirtió que, independientemente de los logros de su movilización, insistirá en que renuncie el titular de la Secretaría de Educación en Guerrero (SEG), José Luis González de la Vega, "porque no le interesan los problemas educativos de Guerrero".

Por la mañana, unos 5 mil profesores y alumnos de la Escuela Normal de Ayotzinapa marcharon desde la SEG, en el puerto, y se plantaron frente a las oficinas del Instituto de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado a las 11 de la mañana, para exigir el cumplimiento de la minuta firmada en noviembre de 2007, después de que la CETEG bloqueó durante 15 días la principal avenida de Acapulco.

En ese documento, la administración que encabeza el gobernador Zeferino Torreblanca Galindo se comprometió a efectuar el Congreso Estatal de Educación, Cultura y Deporte, realizado en junio de 2008 en Acapulco.

En ese acto se determinó plantear una alternativa a la Alianza por la Calidad de la Educación, crear la Subsecretaría de Educación Indígena y el Instituto Pedagógico de Investigación y Evaluación Educativa, así como recategorizar a profesores indígenas y eliminar exámenes estandarizados.
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Maestros de todas las regiones de Guerrero afiliados a la CETEG marcharon ayer por la costera Miguel Alemán, en Acapulco, para demandar al gobierno estatal que cumpla acuerdos relacionados con la Alianza por la Calidad en la EducaciónFoto Pedro Pardo

La minuta elaborada el lunes propone 15 puntos, entre ellos dar continuidad a los acuerdos del Congreso Estatal de Educación, 14 millones de pesos para ofrecer préstamos por conducto del plan de previsión social, y basificación de profesores de nivel escolar y de educación indígena en la Montaña de Guerrero. Asimismo, se pide revisar el programa magisterial de jubilaciones y una reunión con autoridades judiciales para analizar las órdenes de aprehensión contra miembros de la CETEG.

Hasta las ocho de la noche, maestros de toda la entidad analizaban la propuesta acordada en la reunión con el subsecretario de educación básica del estado, Luis Alberto Sánchez, y el asesor técnico Jorge Sotomayor Landeta, a la que acudieron como garantes el diputado estatal perredista Napoleón Astudillo –principal empresario de la educación privada en Guerrero– y el priísta Francisco Torres Miranda.

El fin de semana, en el Congreso local, trabajaron en las mesas de trabajo los diputados locales Héctor Vicario Castrejón, del Partido Revolucionario Institucional, y Florentino Cruz Ramírez, del Partido de la Revolución Democrática.

El líder y vocero de la CETEG, Jorge García Hernández, resaltó los logros de la protesta. Dijo que "existe un magisterio movilizado, que está convencido de que sólo a través de la movilización y la negociación podemos arrancarle al gobierno lo que nos corresponde".

sin comentarios...

Paquetazo, presupuesto y campañas...


por el Fisgón

SME: después del paro cívico nacional



por Luis Hernández Navarro
Terminó el plazo que el gobierno federal dio para liquidar a los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) ofreciendo un bono extra. Aunque sigue la disputa por las cifras, los resultados no son buenos para la administración de Felipe Calderón: los empleados que aceptaron indemnizarse son poco más de la mitad de la plantilla. Apenas unos cuantos seguidores más de los que votaron por la planilla del disidente Alejandro Muñoz en los pasados comicios sindicales.

El gobierno necesitaba que cerca de 90 por ciento de los electricistas dieran por terminada la relación laboral. No lo consiguió. No obstante las deudas y necesidades económicas de los trabajadores, cerca de la mitad siguen resistiendo. Los electricistas sortearon una feroz campaña en su contra en medios y se mantienen en pie de lucha. A pesar de que la administración de Calderón requisó los fondos sindicales y el gremio no contaba con un fondo de huelga para enfrentar un conflicto de esta magnitud, la movilización continúa. El conflicto subsiste.

El servicio eléctrico no ha podido ser regularizado. Cortes de energía y apagones son hoy continuos y de mayor duración que en el pasado. Con frecuencia, los afectados se han visto obligados a ocupar la vía pública para que se restablezca el servicio. Tan constantes y extendidas son las fallas que ya ni se reportan en la prensa. Se han convertido en parte de la vida cotidiana en las zonas que abastecía LFC.

La Comisión Federal de Electricidad no ha podido cobrar el servicio eléctrico, pues no cuenta con personal para la toma de lecturas de los medidores. Ahora, en una acción a toda luces ilegal, pretende que los usuarios paguen la luz con base en estimados de consumos anteriores. Muy probablemente se levantará una ola de inconformidad entre los usuarios.

En el terreno jurídico, el gobierno federal sufrió un sonoro descalabro. El pasado 6 de noviembre, la juez Guillermina Coutiño Mata concedió la suspensión definitiva al Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) para que la Junta Federal de Conciliación y Arbitraje se abstenga de resolver sobre la terminación de la relación colectiva de trabajo entre LFC y el sindicato. Eso significa que, desde el punto de vista legal, sindicato y contrato colectivo de trabajo siguen existiendo. Alrededor del 25 de noviembre se espera que se emita la sentencia definitiva.

A su vez, la administración de Calderón tuvo un respiro por la negativa de la Suprema Corte de Justicia de la Nación a aceptar una demanda de controversia constitucional interpuesta por la Asamblea Legislativa del Distrito Federal. Falta aún ver qué suerte corre la demanda promovida por el Congreso de Hidalgo y si la Cámara de Diputados presenta la suya. El punto se ha vuelto un asunto controvertido dentro de la bancada del Partido Revolucionario Institucional (PRI) que ve en ello el terreno de una fructífera negociación con el gobierno. Los diputados de la Confederación Nacional Campesina apoyan que se promueva la demanda.
El pasado 11 de noviembre se efectuó un paro cívico nacional en apoyo de los electricistas. La acción fue una contundente demostración de fuerza y de capacidad de convocatoria, una de las más resonantes en muchos años. El funcionamiento de la ciudad de México se desquició, el tránsito vehicular a través de las principales carreteras que conectan a la capital con el resto del país se estranguló por momentos y los medios de comunicación debieron reportar las acciones de protesta.

Curiosamente, como si respondiera a un guión dictado, la prensa destacó tres hechos: que en la protesta habían participado menos personas que en la marcha del 15 de octubre, que los trabajadores habían radicalizado sus acciones y que la dirigencia del SME había enarbolado un estandarte de la Virgen de Guadalupe. Cómo midieron el número de asistentes a una jornada de lucha que duró más de 12 horas y que abarcó 22 estados de la República es un misterio.

La realidad fue mucho más compleja y rica. En estados como Michoacán y Oaxaca, por ejemplo, el magisterio suspendió clases en prácticamente todas las escuelas. En muchos de los municipios donde la generación eléctrica es la principal actividad económica, las movilizaciones paralizaron las actividades económicas. En la ciudad de México se efectuaron acciones simultáneas (desde asambleas hasta marchas) en multitud de colonias. Las universidades públicas del Distrito Federal no funcionaron; la participación estudiantil fue notable. Muchos de quienes protestaron no asistieron a la manifestación que fue al Zócalo porque ya lo habían hecho en sus centros habitacionales o de trabajo.

El paro cívico nacional no articuló el descontento existente entre los no organizados; no provocó una explosión social. ¿Alguien supuso seriamente que algo así sucedería el 11 de noviembre? Participó, sí, la mayoría de los sectores populares organizados del centro y parte del sur del país en los que las izquierdas influyen. A pesar de que muchas de las fuerzas involucradas enarbolaron sus propias demandas (por ejemplo, los telefonistas) fue, en lo esencial, una movilización de apoyo a los electricistas.

A cinco semanas de la declaración de guerra del gobierno federal contra el SME, la administración de Felipe Calderón no ha podido triunfar. Para avanzar en el terreno jurídico deberá hacer concesiones significativas al PRI en otros ámbitos. Un conflicto que creyó poder resolver en menos de un mes de plazo, y que necesitaba ganar con rapidez, persiste en la escena política nacional y amenaza con extenderse, radicalizarse y durar todavía más.

lunes, 9 de noviembre de 2009

Biografía de Raúl Prebisch

November 5, 2009
The Story of Raul Prebisch, Implacable Foe for First World Power

The Great Heretic

By VIJAY PRASHAD



Raul Prebisch was not born in Buenos Aires. His father was a German immigrant who married into a declasse branch of a prominent Argentine family. Advantages did not come to him by the accident of birth. He had to make his own career, pushing against insuperable odds in a society given over to the bloodlines of the haute bourgeoisie. Coming to the capital from provincial Tucuman, Prebisch studied hard, avoiding all society for the library. He caught the eye of liberal intellectuals who hailed from among the privileged but were in search of talent among those who had few connections. They took him up and pushed him into their circles.

Prebisch’s own difficult ascent up the ladder of Argentine society taught this young man an important lesson: that his country’s backwardness could be traced to the insularity of its elite. He had other ideas for his country, and himself. Influenced by the Italian intellectual Vilfredo Pareto, Prebisch withdrew from the partisan disputes that wracked inter-war Argentina and hoped instead for the emergence of a technocratic, modernizing elite to take charge of things.

Prebisch was only 21 when he came to this view. It would not change for his entire career, taking him from being the pioneer banker of his native land to be the most revered United Nations’ economist as the first head of the United Nations Conference on Trade and Development (UNCTAD). As he put it to his godson in 1934, “I am not a politician, Marucho. I am a technocrat and believe in technocracy, and technicians are politically neutral.” The remarkable thing is that Prebisch never had any advanced degrees. He liked to be called “Dr Prebisch”, but his enemies taunted him with lesser titles (“Prebisch the public accountant”). He was not born into privilege, and without the traditional authority of descent or degrees he rose to Olympian heights.

Finally, two decades after his death, Edgar Dosman has given us a biography worthy of this man, the “great heretic” of international political economy. Prebisch went to Buenos Aires in 1914. He burrowed in his lodgings, taking his books with him everywhere, reading everything he could lay his hands on. He enrolled in the Faculty of Economic Sciences, but nothing there impressed him. The scholarship was decidedly pro-British, which is to say it had taken the logic of David Ricardo’s theory of comparative advantage as dogma. Argentina, they felt, must remain a producer of agricultural goods and meat products because it is this that the country excels in producing. Sold to England, the unprocessed beef in particular brought Argentina its foreign exchange. England, in turn, sold Argentina manufactured goods. There was a deadened refusal to engage with reality and, so, to take things as they were.

Prebisch found this incomprehensible. The Great War, which took England’s market off-line, forced Argentina to develop some industry. One result of this industrialization was that meat began to be processed in Argentina, and this itself quickly made up 17 per cent of the country’s gross domestic product (GDP). Prebisch sat in the seminar run by Alejandro Bunge, who used these facts to lodge a sustained critique of Ricardo’s theory. He gave Prebisch the tools to think about alternatives to laissez faire or at least to contemplate the conundrum of places like Argentina, stuck producing raw materials and buying finished products.

Prebisch took Bunje’s insights and his own thirst for reality to his new job at the Argentine Rural Society, a lobby of the largest cattle ranchers who were basically Argentina’s oligarchy. The Argentine cattle barons wanted to know whether the British and United States meat-packers were manipulating them. This gave Prebisch the perfect opportunity to study the data on trade and to open him up to a lifelong fascination with good statistical data as the basis for analysis and policy. For the next several years, Prebisch would work on the problem of the beef trade, first for the cattle lobby and after they fired him, for the government. He displayed his independence when he refused to provide the ranchers the conclusion they wanted, but even they remained impressed with his research. It was this commitment to research and to the truth that kept Prebisch in the halls of power for a decade after he began to rub the oligarchy the wrong way.

Taken into Argentina’s main bank to run its research wing, Prebisch brought together the best talent around. They had to sort out Argentina’s statistics, as well as produce the Revista Económica (Economic Journal). Their active work coincided with the Great Depression so that Prebisch and his team had to conceptualize the problems of the Argentine economy at a time of great planetary financial turbulence. Prebisch wrote explanatory essays in the journal, providing his readers with a map to navigate the crisis. The government saw his skills and brought him into the Finance Ministry. Here Prebisch proposed orthodox means to shield Argentina from the worst of the problems, although when Britain abandoned the gold standard in 1931, Prebisch convinced his government to introduce exchange controls and insulate Argentina from the wave of competitive devaluations that struck many countries.

None of his good work protected Prebisch. His fate rested with the oligarchy and the military, and when it suited them he went into the political wilderness. Luckily for Prebisch, one of his exiles was in Geneva, where he was sent to help prepare the League of Nations. The advantage of this visit was that Prebisch not only got to interact with other innovators but he also found common company among a group of Swedish economists (such as Charles Rist and Gustav Cassel) who had been worried about the “terms of trade”. The prices of industrial and agricultural goods had widened over the years, they had found, with the “chief sufferers” being the agricultural-raw material producing countries. This insight would remain with Prebisch for his entire career, indeed becoming the foundation for the Prebisch-Singer thesis for which he is best known.

It was also in Geneva that Prebisch came to understand, as Dosman puts it, that “the currency of international trade was power, and the ‘market’ concealed the power relationships that stratified the global system into a core of dominant subjects with a band of heterogeneous peripheral objects.” From 1921, Prebisch began to use the metaphor of core and periphery to describe the geography of international trade, with the core being Europe and the U.S. and the periphery being the rest of the planet (what Marx called the “peasant nations”).

A brief stay in London, negotiating with the English over a new trade treaty, showed Prebisch real power: Montagu Norman, the Governor of the Bank of England, who answered neither to the political parties nor to the monarch. Prebisch wanted such a post in Argentina, one that would allow him to put his insights over monetary policy and international trade to work without the vacillation of electoral politics. He did get a sinecure at the Central Bank of Argentina after his plan (the Economy Recovery Plan of 1933) allowed his country to tread a middle ground between protectionism and “free trade”. As Dosman puts it, “Prebisch certainly cared less about textbooks than evolving a new balance between industry and agriculture in the uncharted waters of the Great Depression.”

From his perch as the Director of the Central Bank, Prebisch spent the next decade developing a monetary policy for the periphery, which was largely based on pragmatism rather than on any established theory. For this he earned few friends and many enemies, notably among the permanent bureaucracy in the U.S. Prebisch’s ferocious nationalism prevented him from allowing Argentina’s economy to bend its knee before either London or Washington, and this bothered the latter so greatly that Prebisch was barred from attending the Bretton Woods conference to set up the International Monetary Fund (IMF) and the World Bank.

He soldiered on, with new thinking on the merits and demerits of hacia adentro, or inward-directed growth. Enforced import substitution during the war years had resulted in the growth of an industrial sector, but this was low in productivity. Heavy industry had not taken root and the problem lay in how to move surplus capital into such productive investment. Prebisch saw a role for the Central Bank, drawing here from his reading of John Maynard Keynes. However, unrest in the political sphere threw him off. Before he could set his experiments in motion, Prebisch found himself without a job.

Fortunately for Prebisch, he had married a remarkable companion, Adelita Moll de Prebisch. She sorted out their finances at these times of distress and produced the social conditions necessary for Prebisch to go into a period of contemplation. Dosman lays out in great detail Adelita’s domestic labour, the thankless task of refreshing Prebisch so that he could go on with his own intellectual and political work. In Adelita’s arms, Prebisch began work on his major reconstruction of Keynes’ work, to be called “Money and the Rhythms of Economic Activity”. Prebisch’s magnum opus would never be completed, but this work set the stage for him to think about the role of the business cycle in the periphery (which is different from the business cycle in the core) and to redouble his efforts on the matter of trade in international development.

Prebisch had worked on the business cycle as early as 1921 (when he was only 20), coming to the conclusion 20 years later that “to resist subordination of the national economy to foreign movements and contingencies, we must strengthen our internal structure and achieve an autonomous functioning of our economy”. To create “inward development” (desarrollo hacia adentro), the country had to cease being a producer of low-value commodities. This of course raised the question of the terms of trade, of import substitution industrialization and of the reconfiguration of the world trade rules. All this did not preclude the matter of growth, for “one must bear in mind that the common denominator of social policy is the increase in production. Without this a stable increase in the level of income for the masses cannot be sustained.”

Keynes, for Prebisch, was of great interest, but the Englishman did not break from the premises of neoclassical economics. This was why Keynes did not raise the question of why there was “always disequilibrium” in the periphery, why the business cycle worked in a lopsided way there. These brilliant insights appear in Prebisch’s book proposal. The book itself was not written. To compensate for it, and to make some money, Prebisch travelled across Latin America, advising central bankers and meeting with economists. This was a tonic for him, but it also kept him away from his intellectual work. Or, indeed, his lack of formal training in economics stifled him, and he fled his writing desk for these consultations in Mexico City, Bogata, Rio de Janeiro, Montevideo and elsewhere.

In 1949, the United Nations created a series of economic commissions, one for Europe (ECE), one for Asia (ECAFE) and one for Latin America (ECLA). The search for a leader of ECLA ended at Prebisch’s door. His journeys around Latin America had alerted the leading economists both to his intellectual talent and to his nationalist instincts. He was their man. Washington was unhappy with this choice (it had earlier prevented Prebisch from getting an IMF job). It could not get its way. He prevailed. ECLA took lodgings in Santiago, Chile. Prebisch cleverly selected a staff of brilliant economists whose own political affiliations ran the gamut from Christian Conservatives to Marxists (such as the Brazilians Celso Furtado and Fernando Henrique Cardoso).

To set ECLA’s agenda, Prebisch decided to write a synthesis of the work he had already accomplished. In three days, he wrote The Economic Development of Latin America and its Principal Problems, a text later known as the ECLA Manifesto. This essay summarised his experiences in government and his critique of Keynes. Prebisch laid out the fundamental asymmetry of international development, with the industrial countries gaining as a result of the unequal terms of trade that benefited them as against the agricultural countries. To break this cycle Prebisch recommended industrialization, with caution by central banks to avoid inflation and any structural distortions in the economy. “One of the conspicuous deficiencies of general economic theory, from the point of view of the periphery,” Prebisch wrote, “is its false sense of universality.” When Prebisch delivered this address at ECLA’s Havana conference it was a sensation. From then on, as the Brazilian newspaper O Estado do Såo Paulo put it, Prebisch was “a living symbol of Latin American industrialisation”.

The U.S. government tried its best to undermine ECLA, cutting its funding through pressure in the U.N. and by shifting its responsibilities to the U.S.-dominated Organisation of American States. But Prebisch was undaunted. He managed to hold onto his funds and set ECLA’s course to produce a viable Economic Survey of Latin American countries (which meant to collect data on each) to train economists from across the region, and to push a set of coherent policies that he had laid out in his 1949 address. Those ideas were extended in two more central ECLA documents, Theoretical and Practical Problems of Economic Growth (1951), which traced the mechanism by which Latin America might produce its own planning model, and International Cooperation for a Latin American Development Strategy (1951), which Dosman says is the “operational counterpoint to the Havana Manifesto”.

In this latter document, Prebisch’s team laid out a cocktail of means for Latin America’s development, including “the creation of a regional development bank; the strengthening of economic planning to avoid turbulence; stability for commodity exports; technical cooperation and training; taxation and agrarian reform; financing for development with a minimum target of one billion dollars a year in development assistance to accelerate industrialization; and the holding of the long-promised Inter-American Economic Conference in 1956”. Each individual element was not itself overly controversial, but the package was unthinkable to Washington.
Thomas Mann, a senior U.S. official, put Washington’s view of things plainly: “Latin Americans like a buck in their pocket and a kick in their ass. They don’t like us. Their thought processes are different. You have to be firm with them.” One can imagine the kind of disdain that greeted Prebisch’s ECLA. Everything that could be done was done to thwart it.

When John F. Kennedy came to the White House, he recognized that the U.S. government had made a hash of its Latin America policy. Vice-President Richard Nixon’s trip to Latin America in 1958 had resulted in street riots. To revise the impression, Kennedy’s liberals went South to search for reasonable allies. They found Prebisch. He was charmed by the Kennedy moment and came to Washington to advise them as they created the Alliance for Progress (Prebisch drafted a part of the document). But, without a blink of an eye, the U.S. set into motion the attack on Cuba (at the Bay of Pigs) and it began once more to favour military dictatorships. All this bode ill for ECLA and for Prebisch. He began to look for different work.

In 1962, Prebisch went to Cairo as U.N. Secretary-General U Thant’s representative at a Conference on the Problems of Economic Development. This conference was part of the Bandung and Non-Aligned Movement dynamic from which Prebisch had until now been absent. He was thrilled to be among the representatives from 36 non-aligned states, most of whom had ideas similar to those developed at ECLA. They saw things on the global scale, particularly the way in which the core countries had barricaded themselves into the GATT (General Agreement on Tariffs and Trade) since 1947, pretending that this body was international when it was in fact the representative of the core. When these countries pushed the U.N. to create the UNCTAD, Prebisch was their choice for Secretary-General. He accepted, with the mandate to make UNCTAD “a global version of ECLA in its diagnosis of structural inequality and global transformation, the need for planning and proposed remedies”.

Prebisch was helped along by some superb people, including Sidney Dell and R. Krishnamurti, whom Dosman rightly calls “infinitely discreet” and a “master of U.N. institutional intricacies”. In 1963, as UNCTAD was being formed, Prebisch went on the assault against what he called “a conspiracy against the laws of the market” by the GATT countries. A “new order in the international economy” had to be created “so that the market functions properly not only for the big countries but the developing countries in their relations with the developed”. No shortcuts, no gimmicks, but a genuine reconstruction of the global political economy. This was an enormous agenda.

UNCTAD’s role

As UNCTAD laid out its agenda, it pressured the core to respond. GATT began to absorb many of UNCTAD’s positions, including that of “special and differentiated responsibilities”, a standard that enabled the periphery to demand partial treatment in negotiations (this is also the phrase that appears in the current climate change negotiations, as a way for the low carbon emitters to demand concessions for their own development agenda). Prebisch and U Thant wanted UNCTAD to operate as the principal arena for trade negotiations, but the core countries would not have that. They preferred GATT, which had already been set up to their advantage. “Nothing important can come from the South,” said Henry Kissinger in 1964, and he meant it.

UNCTAD’s efforts led to the 1973 General Assembly call for the creation of a “new international economic order”, or NIEO, a proposal that would be countered by the core with vehemence (in 1974, the core would create the Library Group, a meeting of its foreign ministers to coordinate policy against the South; this association became the Group of 7, the G-7). Dosman does not go into the very significant role that UNCTAD played in and just after Prebisch’s tenure at its helm. For that, the interested reader might want to turn to the useful series, the United Nations Intellectual History Project, from which John and Richard Toye’s The UN and Global Political Economy: Trade, Finance and Development is a good introduction (as well, there is Karen Smith and Ian Taylor’s book on UNCTAD for the Routledge series on Global Institutions).

UNCTAD was Prebisch’s last hurrah. It is also the perch from which he began to reconsider his ECLA work. This part of Prebisch’s life is least known. In 1957, Prebisch’s colleague Celso Furtado looked at the Mexican economy and concluded that import substitution in a semi-feudal context had led to growing inequality in the country. Its proximity to the U.S., and close interrelation of the two economies, as well as its import substitution had provided Mexico with high growth rates. However, the upper classes enjoyed the fruits of the growth and Furtado recommended a government regulatory policy to prevent this distortion. Prebisch would not allow this report to be published because it displeased the Mexican government. The censorship did not mean that the idea had not become clear, that import substitution without a commitment to equality would not solve the developmental challenges. What was needed, Prebisch wrote in his own book on Latin America (Change and Development: Latin America’s Great Task, 1971) was not simply a high growth rate, “but profound changes in the economic and social structure and in attitudes toward the development process”.

How these changes would be brought about, Prebisch had little idea. He advocated land reforms but hastened to distance himself from the very regimes that would conduct these policies (such as his friend Salvador Allende’s short-lived government in Chile). In 1971, Prebisch told El Tiempo that he had no faith in the “masses” and indeed in politics because “the danger of social mobilisation in a capitalist society” is that “it destroys its leaders”. As a technocrat, Prebisch wanted the people to simply accept his Solomonic pronouncements. This was not to be.

By 1976, Prebisch became a sharp critic of debt-led growth. He found commonality with the fulminations of Cuba’s Fidel Castro, who also spent these years trying to raise awareness about the toxicity of the oncoming debt crisis. But while Castro urged the countries of the periphery to go on a global debt strike, Prebisch wanted to prescribe his own kind of economic medicine. Here Prebisch’s journey resembles that of other UNCTAD-ECLA stalwarts, such as Brazil’s Fernando Henrique Cardoso and India’s Manmohan Singh. Prebisch worried about the “elephantiasis of the state”, the growth of public-sector spending to almost half of the GDP.

“Thirty years of industrialization, accompanied by high rates of growth, have left 40 per cent of the population lagging behind. For them there has been no progress,” Prebisch wrote. “Inadequacies of state enterprises have not only contributed to leaving the masses behind but are also affecting the middle sectors of the social structure.” But he would not accept the sum total of the Washington Consensus. He did not have to govern a state. Prebisch had become a prophet. “Equitable distribution, vigorous economic growth and new institutional patterns in a genuinely participatory democracy: these are the major objectives.” This mantra remained with him until he slipped into the night in 1986.

Dosman has written a tour de force: its title correctly points out that Dosman will give us the story not only of this remarkable man but of the equally tumultuous times that produced him and that he helped shape. As well, one should consider the intellectual legacy that Prebisch left behind as one that could profit those who want to make sense of the current financial crisis.

Vijay Prashad is the George and Martha Kellner Chair of South Asian History and Director of International Studies at Trinity College, Hartford, CT His new book is The Darker Nations: A People's History of the Third World, New York: The New Press, 2007. He can be reached at: vijay.prashad@trincoll.edu

martes, 27 de octubre de 2009

Mitos sobre la supesta legalidad tras el golpe de Estado hondureño

Counterpunch
October 27, 2009
New Reports Demolish Justifications for Ouster of Zelaya

Honduran Coup Myths Dispelled

By STEWART J. LAWRENCE


Two new reports dealing with the June 28 military coup in Honduras have demolished the arguments of the current de facto government and its foreign apologists that the coup was consistent with the Honduran constitution and that most Hondurans welcomed the illegal ouster of the country’s democratically elected president, Mel Zelaya.

In a recent commentary published on the Forbes Magazine web site, two veteran human rights lawyers, Juan Mendez and Viviana Krsticevic, take to task the authors of a recent analysis prepared for the US Congress that suggested that the Honduran constitution allowed the Honduran Congress to remove Zelaya from office. In fact, the Honduran Congress has no formal impeachment power and the vote to remove Zelaya was merely a legislative decree that was of dubious legality, the authors note. In 2003, the Honduran Supreme Court had struck down the efforts of the Honduran legislature to assert its independent authority – but according to the authors, that didn’t keep the legislature from invoking this same authority to try – wrongly - to justify legal action against Zelaya..

The Honduran Supreme Court was also complicit in violating the Honduran Constitution, Mendez and Krsticevic note. Most notably, the Court ordered the armed forces to capture Zelaya and search the presidential residence, despite the fact that article 293 of the Constitution explicitly establishes that the national police, not the army, execute all legal decisions and resolutions, in accordance with the principle of civilian rule. There were also due process violations that occurred throughout the criminal proceedings against Zelaya. Zelaya was never read his rights, informed of the charges against him, or provided access to his lawyers while being detained, then forcibly expelled from the country.

And then there is the matter of the expulsion itself, which as Mendez and Krsticevic note, has no grounding whatsoever in Honduran law. In theory, Zelaya should have been held for trial, or arrested and then released, pending trial. Amazingly, the Supreme Court cited the threat of a “flight risk” to justify an indefinite detention of Zelaya – as if Zelaya had any interest in leaving office, much less the country.

The only “flight” that occurred, in fact, was the airplane trip that Zelaya took into exile courtesy of the armed forces. They rousted him at night in his pajamas and at the point of a bayonet, demanded that he leave – or else. Some “democracy.”

The aftermath of the coup has also given rise to speculation, and charges, that whatever the legality of Zelaya’s ouster, most Hondurans were fed up with his rule, and were happy to see him go. Conservatives have noted that protests on Zelaya’s behalf have been fairly limited, while Zelaya’s supporters, and international human rights observers, have pointed to post-coup military repression, including extra-judicial killings, and other military abuses, as the primary reason for cautious popular protest.

Now, a recent polling survey conducted by the highly respected polling firm Greenberg, Quinlan and Rosner thoroughly debunks the latest conservative propaganda. According to the poll, conducted just two weeks ago, 60% of Hondurans still oppose Zelaya’s ouster, and just 38% support it. 19% say Zelaya had performed “excellently” in office while 48% say his performance was “good” (a total of 67%).

By contrast, by a margin of 2-1, Hondurans say they have a negative opinion of the coup plotter who supplanted Zelaya, Roberto Micheletti, the current de facto president.

The survey also found that contrary to conservative propaganda, most Hondurans (by a 53% to 43% margin) support amending the country’s Constitution to allow the president to be re-elected – the very issue that became the pretext for Zelaya’s illegal ouster. Zelaya, of course, never actually tried to stand for re-election. He was accused of “high treason” and overthrown merely for suggesting that ordinary Hondurans be polled on the matter in a strictly non-binding referendum.

Therefore, the pollsters at Greenberg, Rosner and Quinlan polling should probably consider themselves lucky. In the US, clients sometimes fire you when a poll brings them bad news. In Honduras, they throw you in jail, tear gas you – or worse.

Stewart Lawrence is a recognized specialist in Latino and Latin American affairs, and author of numerous policy reports and publications. He can be reached at stewlaw2009@gmail.com

lunes, 26 de octubre de 2009

Unificación monetaria en el bloque ALBA

Counterpunch: Weekend Edition
October 23-25, 2009


An Interview with Economist Ethan Kaplan
Challenging the Dollar Dictatorship
By NIKOLAS KOZLOFF


Last week, representatives of the Bolivarian Alternative of the Americas (known by its Spanish acronym ALBA) met in the Bolivian city of Cochabamba to discuss the future evolution of the trade bloc, designed to promote complementarity and reciprocity amongst left-leaning regimes in the region such as Cuba, Venezuela, Bolivia, Nicaragua and Ecuador. Since its inception in 2004, ALBA has carried out important exchanges of goods and services; for example Venezuela has exported subsidized oil to Cuba and receives Cuban medical assistance in return. However, some wonder whether ALBA is practical or can help to foster real economic development for the region’s poor.

ALBA leaders however say it’s time to place such doubts aside. Last week in Cochabamba they declared their historic adoption of a common currency called the Unified System of Compensation of Reciprocal Payments or SUCRE in Spanish. Named after Antonio José de Sucre, a military general and hero of the wars of independence against Spain, the Sucre is to be gradually substituted for the U.S. dollar in terms of commercial exchange between ALBA member nations.

According to the new Cochabamba agreement, ALBA countries will make deposits in their respective currencies to an ALBA bank headquartered in Caracas. The Sucre will act as a payment compensation mechanism and allow ALBA nations to reconcile accounts when they carry out commercial transactions in local currency. It’s a kind of barter exchange system: if Venezuela for example buys textiles from Bolivia and owes the Andean nation a certain quantity of money, then this will be compensated in kind with other imported goods such as asphalt. The difference in cost will be reconciled by central banks located within respective ALBA countries which handle the Sucre. Payment requests meanwhile will be processed electronically between ALBA members via an ALBA bank.

Creation of the Sucre then will not lead to a new physical currency being issued. The Sucre will not have any intrinsic value but will have parity in relation to the U.S. dollar, the euro or Japanese yen. By early 2010, ALBA countries hope to start using the “virtual” currency, with future plans to convert it into a hard currency. Eventually, at some future yet undefined date, ALBA members hope to establish a unified regional currency which Bolivia has suggested could be named “Pacha” for the Quechua Indian word for Earth.

Recently, I sat down with Ethan Kaplan, a visiting Professor at Columbia University’s Center for Global Thought and Department of Economics. Kaplan, a former economic advisor to the Venezuelan National Assembly, discussed the economic and political implications of the Sucre.

NK: ALBA leaders say creating the Sucre is necessary so as to defray the regional effects of the world economic crisis. By substituting their trade in dollars with the new alternative currency, ALBA members hope to protect themselves from future financial downturns. How well do you think this will work?

EK: There’s a lot of evidence that currency unification leads to greater trade and hence there would probably be more intra-regional trade under the Sucre. The Sucre could make ALBA nations less subject to international financial crises outside of their group, but we need to remember that these countries have a lot of crises themselves. If ALBA nations make it harder for capital to leave their currency area, then they will have less to do with the broader international economy. A lot of recessions are induced by international financial crises, so if ALBA doesn’t have much to do with that international system and ALBA countries have a stable monetary system themselves, they could avoid some degree of financial crisis. However, I doubt that the Sucre will protect ALBA. Consider: ALBA is a small area economically. ALBA members will still trade heavily with the outside world. Obviously ALBA nations and the Sucre are not like the EU and the euro. Moreover, transmission of economic crises is more based upon trade in assets than trade in goods. My guess is that having a larger currency area shouldn’t dramatically change the demand for dollar-denominated, yen-denominated, or Euro-denominated assets. Capital controls would much more effectively accomplish that.

To be honest I’m more optimistic about the Sucre as a means of fostering economic growth and achieving better prices as opposed to protecting ALBA nations from financial crises. Consider: right now, ALBA nations have low tariffs on U.S. goods like cars which can come into their countries relatively cheaply. So, ALBA countries are not going to start their own domestic car industry. In the 1960s Brazil experimented with this somewhat and had a well functioning car industry for a while. However, they later eliminated trading protections and the industry went belly up. Since ALBA represents a decent sized group of countries which would be fostering trade amongst themselves, there would be some scope for industrial diversification and ALBA nations might produce some things that they would normally get from the United States. By adopting a new currency, ALBA nations get slightly greater leverage to slap tariffs on U.S. goods so as to protect infant industries which the left wing group of countries seeks to encourage.

NK: There’s a very pronounced political dimension to the Sucre: Hugo Chávez has remarked that the Sucre “will help us to overthrow the dictatorship of the dollar.” Yet, ALBA nations are rather insignificant economically at the global level. What are your thoughts?

EK: I think that’s correct --- I don’t think the adoption of the Sucre or Pacha for that matter will have much of an economic impact on the United States. It probably will have a greater economic impact on ALBA nations by fostering import substitution and industry as opposed to pursuing a course of commodity exports. Here’s another benefit of a common currency: right now a lot of countries spend a lot of money buying dollar assets because they’re afraid of a speculative attack on their currency. One solution to this is to institute capital controls which the International Monetary Fund doesn’t particularly like. A successful currency union could make ALBA nations less subject to speculation and as a result these countries would be less concerned about their exchange rate relative to the U.S. dollar. As a result, ALBA nations would benefit as they wouldn’t have to invest so much in low-yield dollar assets. Still if speculators can force the bank of England to lose almost 100 billion pounds in one day back in 1992, my guess is that the Pacha will not be immune to speculative attack.

NK: ALBA was originally set up to counter the FTAA or Free Trade Area of the Americas, the corporately –friendly free trade scheme sponsored by Bill Clinton and George Bush. Venezuela’s Hugo Chávez on the other hand says that the adoption of the Sucre constitutes a system of “fair trade” which will distance Latin American countries from “hegemonic capitalism,” “the neo-liberal dictatorship” and the “dictatorship of transnational companies.” The Sucre, Chávez adds, “will be much more than a currency.” According to him, the Sucre system will have four component parts: the Regional Monetary Council, the Sucre currency itself, the Central Clearing House, and a regional reserve and emergency fund. How significant a break does this represent with the go-go free trading past?

EK: If the Sucre agreement winds up fostering closer economic integration along the lines of the EU and not NAFTA, then the new ALBA currency could wind up resulting in more fair trade as opposed to exploitative trade. Here’s another way the Sucre could represent a plus: normally multinationals go to Venezuela or Ecuador and set up their own companies which get all kinds of tax breaks and make profits off exports. Those profits are then repatriated to the United States. If there’s a common currency however, those profits would probably stay in the local region. So, a new currency might promote fair trade as well as fair investment.

NK: On the face of it the idea of the Sucre is reminiscent of the euro, another regional currency which recently came into effect. Yet, the Sucre would seem to be more unique in that it has been promoted as a common ideological project amongst left-leaning nations. Is there any historic precedent for such an idea?

EK: I’m not aware of any currency that’s been promoted on the basis of shared ideology, certainly not any left wing ideology…

NK: What about the ruble?

EK: That’s a good point. The Soviets exported the ruble to all of their satellite areas. But for the Soviets, the ruble on its own wasn’t such a decisive factor as there was already a centrally planned government which decided what the satellite countries would produce as well as what price they would trade at. In other words, given that the Soviet Union could already decide the relative prices of all goods, an exchange rate was relatively redundant. So, in terms of ALBA countries I think the benefits of a shared currency are higher because you have different governments as opposed to Moscow calling the shots.

NK: Ecuadoran President Rafael Correa, himself an economist, hopes that the Sucre and the implementation of the new “virtual monetary system” could accelerate commerce between nations. Eventually, he hopes, such a system could be extended to all countries in Latin America and use of dollars would be reduced greatly. How likely is this to occur?

EK: I think if the Sucre, or the Pacha as the case may be, were extended to all of Latin America this would reduce the use of the dollar and this would have an impact on the United States, particularly if Mexico joined the Sucre. Let’s face it though: Mexico is going to be reluctant to do that. To be honest, we don’t even know if the countries that have currently signed up for the Sucre will continue to stay on it. What would happen if a right wing government came to power in one of the ALBA nations? If one ALBA country on the Sucre has an economic downturn and wants to pursue a monetary policy that will help to reduce unemployment, this could lead to inflation in another ALBA nation, which in turn could spark political conflict. For the time being the ALBA nations have relatively similar political ideologies and they could set up some kind of political institution to govern the currency board. But, if one of the ALBA nations became right wing I don’t know what would happen.

In addition to disagreements over monetary policy, there might also be conflicts over fiscal policy. One way for the government to get out of debt is by printing money to pay off the debt. This causes inflation. This is a very typical pattern in Latin America. So, if one ALBA country decides it wants to inflate its debt away and another country in the currency union doesn’t like that idea, then this could give rise to political conflict. A country finding itself in dire economic straits may need to create inflation because otherwise it would go bankrupt. Other countries within ALBA meanwhile won’t want one of their members to go bankrupt which could result in a potential currency attack on the entire region. Here’s the key point though: ALBA countries that are not experiencing economic pain may want to dictate how much debt their fellow member can hold as a percentage of GDP. If you want to join the EU, you must have a certain debt to GDP ratio. How will the ALBA nations bargain this out? These are vexing questions. Plus, if you really want to have an economic impact on the United States and the dollar you’d have to involve Brazil, Argentina and Mexico and it’s difficult to see that happening.

NK: Speaking of which, Chávez has invited Argentina to join in the Sucre, and over the past few years Venezuela and Argentina have cultivated an unprecedented geopolitical alliance which is based on shared ideological affinities. Do you think that if Argentina joined that there could be a ripple effect and other countries might be encouraged to join? Some might say that if Brazil, the true economic juggernaut in the region, fails to join that such a currency might lack credibility.

EK: Cristina Fernández de Kirchner, the current President of Argentina, is not super popular. She and her husband [former president Néstor Kirchner] had this idea of alternating power so they wouldn’t hit the wall on term limit restrictions. In light of recent parliamentary elections which resulted in electoral defeat for the Peronist party, it’s not clear whether the Kirchners can stay in power. If they don’t stay in power you can forget the idea of Argentina ever joining the Sucre. My guess is that even if they do, it’s an unlikely scenario for Argentina.

NK: Some might say that from the very outset the Sucre won’t have much clout. Bolivia exports most of its goods to other Andean nations such as Peru and Colombia which do not participate in ALBA. Nicaragua meanwhile exports most of its products not to fellow ALBA nations but to other Central American nations, the United States and Europe where the dollar and euro are paramount in commercial transactions. What are your thoughts?

EK: That’s true. But similarly a lot of countries in the EU don’t just trade amongst themselves but also with the UK, Switzerland and the United States. So, I don’t see that as being a huge barrier. In the case of Nicaragua it could be a little weird since the Central American nation doesn’t do that much business with other ALBA nations. So, there may not be a lot of benefits but conversely getting on the Sucre might imply little financial and political risk.

However, once the currency goes from being “virtual” to real and ALBA nations ditch their own currencies for the Pacha these costs may go up as I explained earlier. The bottom line is that as long as ALBA countries are not trading amongst themselves that’s Ok: if it’s a virtual currency like the Sucre they still maintain their exchange rates with the other countries. Once they swap their currencies entirely however they’re forced to have the same exchange rate as other ALBA countries. Normally, if Nicaragua had a lot of inflation it would want to devalue relative to its other trading partners in Central America. But in the new milieu, Nicaragua wouldn’t be able to do that. This could really wind up hurting its exports.

NK: What types of protections would you advise for the ALBA nations moving forward?

EK: My concern would be defending the incipient currency from speculative attacks. There’s a very easy way to prevent this: you need to implement currency controls. In other words, don’t let people take money out of the currency except for trade-related actions and do not allow any speculation. There’s no way for ALBA to move ahead with a currency union without acting on currency controls. The International Monetary Fund won’t be too happy about that but I don’t think these left wing countries care about the IMF anyway.

NK: The situation in Ecuador is positively ironic. Up until recently the Andean nation’s currency was called the Sucre, which it then ditched for the U.S. dollar. Now Ecuador is going back to another Sucre. How do you think life will change for Ecuador and Ecuadorans as the country moves to the Sucre as opposed to the dollar which had been embraced by the country’s economic elite?

EK: First of all, let’s look at some of the costs of using the U.S. dollar. When the U.S. inflates currency and prints dollars to pay off debt, that’s a tax because prices go up and the value of money goes down. Who pays that inflation tax? In part it’s the Ecuadoran people who hold dollars. Who benefits? The U.S. government as it gets to pay off its debt. So, these financial crises devalue Ecuadoran money.

But now the new Sucre monetary board, or eventually the Pacha board, could redistribute money between countries as opposed to having it filter back to the United States. Also, once Ecuador goes on the Pacha it’ll be easier for the Andean nation to adjust its exchange rate than it would under the dollar. As long as Ecuador sticks to the dollar, it’ll be beholden to whatever U.S. monetary policy happens to be. Once Ecuador’s in the ALBA currency union it has a voice and can have a much greater impact to shape its own finances.

There are other political benefits to not being on the U.S. dollar. Take for example the case of Panama. When George H.W. Bush wanted to get rid of military strongman Manuel Noriega, he banned the export of U.S. dollars to Panama which caused a recession. That leverage is still there potentially with Ecuador. George W. Bush never entertained the possibility of putting the squeeze on Ecuador as he was distracted in other parts of the world. But, under other circumstances the United States might have exerted pressure.

Despite all these problems, there are some benefits to having ties to the U.S. dollar. If you’re on the dollar this leads to stability in price levels which could be lost once Ecuador joins a new currency.

NK: One key question will be whether private sector exporters in ALBA nations will have confidence in the new Sucre for it is they who dominate international trade. What are your thoughts?

EK: If the private sector is forced to trade in the Sucre or not trade, then they’ll use it…

NK: In all of these countries like Ecuador and Venezuela, it’s precisely the right opposed to leftist governments which is controlling the exports …

EK: You could wind up with a strange situation in which the exporters are skittish about the new currency and either reduce exports or send their goods to non-ALBA countries like Colombia. In that case, the new currency union would not foster more intra-ALBA trade but the total opposite. If there’s greater state control over exports, as in the Venezuelan oil industry, this all becomes a moot question.

NK: Professor Kaplan, thank you very much.

EK: Thank you.

Ethan Kaplan is a visiting Professor at the Center for Global Thought and the Economics Department at Columbia University.

Nikolas Kozloff is the author of Revolution! South America and the Rise of the New Left (Palgrave-Macmillan, 2008) Follow his blog at senorchichero.blogspot.com

lunes, 19 de octubre de 2009

Escandalosa evasión fiscal por parte de las 400 empresas más grandes de México

¡¡Solamente pagan el 1.7% del ISR!!

De los 400 grandes grupos que operan en el país, sólo 2% pagaron ISR, informa el SAT

Busca Hacienda que más empresas cumplan con obligaciones fiscales

Se pretende que suba hasta $70 mil millones recaudación por impuesto sobre la renta: Werner

Los asalariados cargaron con el mayor peso, al aportar 49.9 por ciento de ese gravamen



El subsecretario de Hacienda, Alejandro WernerFoto Cristina Rodríguez

por Miriam Posada García y Juan Antonio Zúñiga (La Jornada, 16/oct/09)

Con la reforma de varios impuestos, como el especial sobre producción y servicios (IEPS) y sobre la renta (ISR), se busca que más empresas cumplan con sus obligaciones fiscales, señaló el subsecretario de Hacienda, Alejandro Werner, luego de que el Servicio de Administración Tributaria (SAT) informó a la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados que de las 400 grandes empresas que operan en el país, sólo 2 por ciento pagó ISR, amparadas en el régimen de consolidación fiscal.

Antes de su participación en la 51 Semana de la Radio y Televisión, Werner dijo que la estrategia de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP) para promover que las grandes empresas amplíen su participación fiscal está delineada en el paquete económico enviado al Congreso, y consiste, entre otras medidas, en la reforma de los impuestos especiales y en el incremento al ISR.

Detalló que sólo por concepto de ISR se pretende que las aportaciones empresariales asciendan a 70 mil millones de pesos, de los cuales 26 mil millones resultarán de las modificaciones al régimen de consolidación fiscal al que se acogen los empresarios.

Se trata de "una reforma sobre el ISR donde se incluye el tema de la consolidación para generar un incremento en el pago efectivo, así como ampliar la carga efectiva de impuestos del sector empresarial, además de la propuesta de la nueva contribución al combate a la pobreza, dada la necesidad de recursos y la caída en la plataforma de producción de crudo".

Tres décadas de financianiento del fisco federal

La actual operatividad del régimen de consolidación fiscal no prevé una fecha determinada para el pago del impuesto sobre la renta (ISR) diferido, lo que representa un sacrificio para el erario, "ya que por casi tres décadas el fisco federal ha venido financiando a los contribuyentes de este régimen, obteniendo una recaudación mínima", afirmó el Servicio de Administración Tributaria.

Al amparo de esta situación, señaló el organismo, "alrededor de 400 grupos empresariales", que representan 3.3 por ciento de los "grandes contribuyentes activos", tuvieron en 2008 una carga fiscal del ISR de apenas 1.7 por ciento en promedio. Pagaron sólo 85 mil millones de pesos por ingresos acumulados de 4 billones 960 mil millones, cantidad equivalente a 41 por ciento del producto interno bruto (PIB) de ese año.

El Servicio de Administración Tributaria realizó un ejercicio sobre la baja carga fiscal pagada por ese conjunto de 400 grupos empresariales: "suponiendo que la carga fiscal de esos grupos fuera de 5 por ciento, en lugar de 1.7 por ciento, estaríamos hablando de ingresos por alrededor de 250 mil millones de pesos, en lugar de los 85 mil millones que actualmente pagan".

Esto significa que cada punto porcentual que se ha dejado de aplicar en el cálculo del ISR a ese grupo de grandes contribuyentes, ha implicado un sacrificio fiscal de 55 mil millones de pesos: más de dos veces el monto de los recursos que se pretende destinar a la liquidación de los 43 mil 728 trabajadores sindicalizados de Luz y Fuerza del Centro.

"En un esquema convencional de pago del impuesto sobre la renta, que es el seguido por los contribuyentes del régimen general, los grupos empresariales estarían obligados al pago de un ISR varias veces mayor al que actualmente pagan", precisó el SAT, y aclaró que "el monto exacto de la contribución adicional dependería en gran medida de la organización corporativa y del modelo de negocios que un grupo, que actualmente consolida, decidiera adoptar ante un esquema de régimen general".

El origen del régimen de consolidación fiscal se remonta al 20 de junio de 1973 cuando apareció en el Diario Oficial de la Federación, y permaneció sin grandes cambios hasta 1999. Se le concibió como un sistema de incentivos para fortalecer la capacidad operativa y financiera de las empresas. En 1999 se acotó la consolidación de las utilidades y/o pérdidas fiscales de 100 hasta 60 por ciento de la participación accionaria que tuviera la sociedad controladora en forma directa en sus sociedades controladas.

Pero los grandes contribuyentes encontraron desde hace décadas la manera de eludir gran parte de sus obligaciones fiscales con la sociedad.

"Aunque existen situaciones precisas en la ley de la materia para el pago del impuesto diferido, el esquema actual no prevé una fecha determinada para el pago, lo que representa un sacrificio fiscal para el erario federal, ya que por casi tres décadas el fisco federal ha venido financiando a los contribuyentes de este régimen, obteniendo una recaudación mínima", manifestó el SAT.

Según informes de la Secretaría de Hacienda, los trabajadores asalariados cargaron con el mayor peso de la recaudación tributaria durante la fase más aguda de la recesión económica del país, al aportar 49.9 por ciento de la recaudación del ISR en el primer semestre del año.

Los causantes cautivos aportaron 139 mil 517.2 millones de pesos por la aplicación del ISR, en tanto las empresas contribuyeron con 96 mil 538 millones de pesos, que representaron 34.5 por ciento del total de los recursos obtenidos a través del principal impuesto de la estructura tributaria del gobierno federal.

Aun si se considera la recaudación del impuesto empresarial a tasa única (IETU) obtenida de las empresas, la contribución de éstas fue menor a las aportaciones de los trabajadores asalariados a través del ISR.

Liquidación de LFC

El subsecretario Werner señaló que la liquidación de los trabajadores de Luz y Fuerza del Centro (LFC) está en marcha, y que el gobierno federal cuenta con recursos suficientes para realizar todos los pagos a los electricistas que decidan acogerse a la medida establecida por el gobierno federal.

Indicó que la Comisión Federal de Electricidad (CFE) contará con los recursos necesarios para administrar y operar en LFC, los cuales provendrán de los ahorros generados por la extinción de la empresa, estimados en 18 mil millones de pesos, además del presupuesto considerado en el paquete económico.

domingo, 18 de octubre de 2009

Consumo insostenible

De donde viene toda la leche, carne y huevo que comemos en las megaurbes
por Gerardo Villalva


Un problema de hoy (donde ya no hay fecha y sólo es futuro)

El matadero del capital, eficiencia es la máxima explotación posible. Vivimos en una granja industrial. ¿de que otra forma alimentar a tantos millones de seres?. Vivimos como cerdos, hacinados, unos sobre otros; a nuestra comida le mezclan pesticidas, antibióticos y hormonas, la industria nos vende veneno. ¿ qué es lo que todos nos tragamos ? ¿de donde provienen todos los huevos, la carne y la leche que consumimos?

El capital aliena al ser humano de su producción, lo hace ajeno, lo hace consumidor, y sólo de esa forma somos capaces de aceptar comer tanto veneno y tanto sufrimiento, animal y humano, la comida industrial, la comida envenenada, enlatada, congelada…; nos han hecho capaces de comer mierda e incluso pedir más. ¿y como viven los seres que comemos ? ¿ como es la vida en una fábrica de animales ? parecida a la que empezamos a vivir en las megaurbes, ¿como se alimenta a una ciudad monstruo?

Las pequeñas granjas y fincas familiares casi han desaparecido. Ahora son fábricas de animales los que surten al supermercado y a los mercados de la ciudad. Las fábricas de animales son lugares horribles e insalubres, y toda la carne, leche y huevos que consumimos provienen de esos lugares. En esas fábricas, a los animales se les encierra y se les aprieta hasta que ya no caben, son lugares cerrados con iluminación artificial, la mayoría nunca ven la luz del sol, tocan la tierra, o respiran aire fresco, muchos están tan apretados que ni siquiera pueden voltearse. Para que no se asesinen entre ellos, en estas fábricas se usan tácticas de mutilación sistemática, les cortan el pico a las aves, a las vacas les rompen los tobillos para poder llevarlas amontonadas al matadero. Los cerdos, los pollos, las reces, los pavos, son engordados con alimentos saturados de hormonas y antibióticos con el simple propósito de mantenerlos vivos hasta que engorden lo suficiente… y el terror no se acaba ahí.., millones de otros animales silvestres son despojados de sus ecosistemas cuando sus terrenos se convierten en pastos y campos para las fábricas de carne. El levante de ganado y el cultivo intensivo convierten la tierra en desiertos, lo cual representa una gran amenaza para la supervivencia de la misma vida en nuestro planeta. Se ha estimado que la contribución del ganado a la contaminación del agua supera más de diez veces a la de los humanos y más de tres a la de la industria (Philip Kapleau). Las fábricas de carne además de ser crueles no son sustentables para los ecosistemas.

Toda la vida de los animales de las fábricas de carne es una agonía sin fin. El hacinamiento, las privaciones, el maltrato y las mutilaciones imperan en las fábricas de carne de hoy. El ganado vacuno se cría en pequeños corrales sin refugio de los elementos de la naturaleza, y los terneros recién nacidos son separados violentamente de sus madres y, alimentados con fórmulas químicas y puestos en jaulas que impiden el movimiento del animal. Igualmente, TODOS los animales sufren privaciones y maltratos abusando de ellos hasta sus límites biológicos en la incesante búsqueda de ganancias a corto plazo. Es importante repetir; son alimentados a la fuerza, manipulados médicamente, genéticamente, inseminados artificialmente, les cortan sus orejas, colas, picos y cuernos, se los marca con hierros calientes, son castrados y mutilados sin anestesia ni entrenamiento médico; son trasladados en condiciones horripilantes de transporte y movilización, en estas fábricas la agonía de los animales es prolongada hasta el último momento.

Pero el peligro no se queda en la granja. La fábrica de carne es atendida por gente, mujeres y hombres, necesitados, hasta tal punto, dispuestos a meterse en esos lugares sucios en donde corren el riesgo de contraer graves enfermedades debido al abuso de antibióticos en la alimentación de los animales, esto puede crear variedades de gérmenes y virus resistentes a los tratamientos médicos; cada día nos acercamos más a una epidemia que no se podrá parar y los principales responsables son las fábricas de carne y los laboratorios médicos que fabrican cantidades industriales de antibióticos para las fábricas de carne, leche y huevos.

Y no sólo los animales de la tierra están siendo torturados e intoxicados, los productos del mar muestran grandes cantidades de mercurio, pesticidas y otras toxinas provenientes de la actividad industrial humana. El atún aleta amarilla es uno de los más contaminados y el más popular de los enlatados, a pesar de que para atraparlo también atrapen a delfines, sus depredadores naturales y los regresen muertos al agua. Los barcos camaroneros asesinan con sus inmensas redes a miles de animales que no son camarones, y son regresados muertos al mar afectando definitivamente los ecosistemas marinos. Lo más terribles son las nuevas técnicas de pesca por barrido, en donde, literalmente, barren con una especie de arado inmenso grandes zonas, expoliando a todos los seres vivos del mar, y regresando muertos a los que no son comercializables. Debido a la contaminación y a la destrucción de los ecosistemas, los mares del norte cada día producen menos, lo que hace que barcos fábrica europeos y asiáticos invadan los mares de los países del sur, además cada día se pescan más especies ancestrales, los cuales han sobrevivido cientos de años, el pescado que se sirve en los restaurantes de la gente adinerada puede tener hasta 400 años y estar en grave peligro de extinción. Todos los seres del mar están en grave peligro; solamente por el creciente consumo de la sociedad china, los peces del mar pueden desaparecer en menos de medio siglo.

El consumo de esta comida industrial, que nos ofertan los supermercados, es el gran peligro. Después de salir de la granja, la carne se congela, a veces durante años antes de su venta o su preparación industrial. Para conservarla le adhieren nitritos y nitratos, componentes que evitan la putrefacción de las carnes y los pescados, estas sustancias son altamente cancerígenas, esto sumado al riesgo de consumir hormonas, antibióticos, pesticidas y fertilizantes, que quedan en los tejidos de la comida industrial y pasan directamente a nuestro organismo, causando altos índices de cáncer, diabetes, hepatitis, alergias, inmunodeficiencia, alzheimer, mal de parkinson, problemas digestivos, problemas cardiacos, depresión, gastritis, esclerosis… y la lista de enfermedades es muy larga. ¿acaso no es buen negocio el de los laboratorios médicos?, al fin y al cabo el pez por la boca muere.

Parece dantesco este infierno que viven nuestros compañeros de evolución de la vida, seres que como nosotros, tienen la capacidad de sufrir dolor, pues poseen un sistema nervioso muy parecido al nuestro, y muy diferente al de las plantas, granos y hongos, los animales de las fábricas y nosotros, también hemos sido sometidos a un sistema capitalista sin sentido, en donde la explotación máxima es la regla de oro. Y nosotros compramos y comemos toda la malvibra, y al parecer sufrimos también de hacinamiento en nuestras ciudades, en los multifamiliares, en nuestros transportes, en nuestras plazas; nos intoxican el cuerpo con comida hecha para alimentar el bolsillo de unos cuantos especuladores y envenenar lentamente los platos de la gente para crear enfermedades crónico degenerativas y luego vendernos medicinas de sus mismos laboratorios. Negocio redondo.

Por todo esto, comer carne, pescado, huevos y leche industrial, es capitalista, además de ser un gran riesgo para la salud. Para producir un kilogramo de proteína animal son necesarios de 17 a 27 kilogramos de proteína vegetal. Millones de toneladas de granos y forrajes de los países pobres, son utilizados para alimentar las fábricas de animales, para producir carne para el que la pueda comprar: La mitad de la pesca mundial, el 91% del maíz, el 77% de la harina de Soya, el 64% de la cebada, el 68% de la avena y el 99% de las cosechas de sorgo se utilizan en alimentar ganado (Departamento de Agricultura de Estados Unidos). Si ser un explotador de la gente, de los animales, y del ecosistema, es capitalismo, comer productos animales industriales nos convierte en capitalistas, y explotadores de la tierra, de los animales y del hombre. Se calcula que 800 millones de personas en el mundo están sufriendo hambre y sed, mientras se alimenta a los animales con granos y legumbres suficientes para salvar esas vidas humanas. Esta hambruna se produce por el modo de vida y de consumo de los países ricos y de los consumidores adinerados; los países capitalistas industriales, usan la mayoría de la producción mundial de granos para alimentar ganado en sus fábricas de carne, y como estos países son muy poderosos han obligado a los países pobres a sembrar alimentos para mantener su estilo de vida, cuando estos pueblos pobres podrían cultivar alimentos para su propia gente.

Nuestra cultura es muy fuerte, y cambiar de costumbres parece difícil pero no lo es. Tenemos que ser inteligentes, y encontrar soluciones alternas al mercado capitalista. El vegetarianismo es una postura política coherente contra las relaciones del capital en la alimentación, pero el campo también ha sido contaminado por la industria, así que la mejor alternativa no es sólo no comer carne industrial, sino estar informados de cómo se produce lo que consumimos y evitar el consumismo de productos industriales. Actualmente el 90 % de la soya mundial es transgénica y la controla Monsanto, una empresa perversa. Ellos son los creadores de la hormona que estimula la creación de leche en las vacas y también las mata, y del agente naranja, arma biológica usada durante la guerra de Vietnam y muchos otros inventos tóxicos. La soya y el maíz transgénico son hijos del capitalismo y la biotécnica corporativa, y en estudios en ratas, les ha causado cáncer y daños neuronales, en méxico, se comercializa a través de minsa, bimbo, maseca, gruma, cargill, misión, que nos venden el cereal más artificial del mundo, y que con sus poliniza al maíz autóctono con sus transgenes y lo contamina genéticamente, por eso esta tecnología es llamada terminator y ha contaminado el maíz oaxaqueño, poblano y mexiquense.

En una sociedad industrial que confunde el trabajo con la productividad, la necesidad de producir siempre es un enemigo del deseo de crear. Explotados y alienados perdemos nuestra creatividad y nuestra humanidad; levantados por un aparatito a las 5 de la mañana, transportados como bultos al trabajo, al ruido de la maquinaria, sonidos y gestos sin sentido, manipulados a través de controles estadísticos y desinformaciones televisivas, y dispuestos al final del día a atravesar la violencia de la inseguridad, hasta que la fatiga nos tumba el fin de semana.

De la adolescencia a la vejez, este ciclo de 24 horas se repite hasta la muerte. Repetición mecánica. Tiempo es dinero. Sumisión a los jefes, la vida se agrieta en cada dirección debajo de los soplos del trabajo forzado. Nunca antes una civilización ha producido tanto sufrimiento a la madre tierra y al ser humano, nunca antes ha habido una generación tan inmensa de seres que necesitemos recobrar la consciencia. No es tan tarde aún, hay mucho que aprender, necesitamos encontrar alternativas, para ser libres.

La forma más fácil de voltear al enemigo, la forma más efectiva de sortear el peso de las cosas, es encontrar alternativas que rompan con la dominación y nos permitan ser autónomos. No nos preocupemos por las formas establecidas, argumentemos abiertamente, con la confianza y el conocimiento, sin imposiciones y sin represión. Convivir bajo las bases de jerarquías y roles impuestos es, por principio, inútil. Sólo los explotadores desean convivir bajo jerarquías de dominio, de acuerdo a las reglas del espectáculo. Recuerden; todas las jerarquías se alienan de la misma forma, pero algunas son menos despreciables que otras. Donde la comunicación es genuina y sincera, los malentendidos no son un crimen; pero si nos acosan, armados hasta los dientes, envenenando nuestro hogar, explotando a nuestra madre tierra y a nuestros hermanos los hombres y las mujeres, imponiendo la regla del más fuerte; no obtendrán nada de nosotros, más que una postura evasiva y un silencio formal que intente indicar que la discusión está cerrada.


vamos haciendo la nueva canción
de la derrota crear primavera
en estas noches de ojos sin sueño
es estos sueños de noches sin ojos
en que los buitres enormes abusan
de las parciales heridas del pueblo
vamos haciendo la nueva canción
de la derrota crear primavera

miércoles, 14 de octubre de 2009

La verdadera razón tras la quiebra de Luz y Fuerza del Centro

México SA
por Carlos Fernández-Vega

¿Por qué no pagan electricidad los que no pagan?

¿Con cuánto se los subsidia?

Los que esperan para aprovecharse


La buena noticia por Magú

Por cortesía de Los Pinos y la generosa cuan desinteresada difusión de los medios electrónicos, los mexicanos han sido bombardeados con toneladas de "estadísticas, videos, denuncias, crónicas, saqueos" y demás detalles –todo con base en información oficial– sobre los "excesos, privilegios, pérdidas millonarias, robos" y conexos –entre tantas otras cosas– cometidos por el Sindicato Mexicano de Electricistas, y las "causas" que, por lo mismo, "obligaron" al inquilino de Los Pinos a decretar la extinción de la empresa Luz y Fuerza del Centro.

Ha sido tal la difusión, que hasta se conoce cómo los integrantes del SME lavaban sus calzones. Pero, eso sí, ni un solo pincelazo han soltado (Los Pinos y sus jilgueros electrónicos) sobre la otra cara de la moneda. Por ejemplo, que la Comisión Federal de Electricidad vendía el fluido eléctrico con grueso sobreprecio a Luz y Fuerza del Centro; que ésta, por decisión de la directiva y con el beneplácito de la Secretaría de Energía, revendía dicho fluido a un precio mucho menor y que a la gran empresa privada instalada en la zona de atención de LFC se le aplicaba una jugosa reducción de 70 por ciento en el precio y se le vendía (cuando lo pagaba) a 46 centavos el kilovatio-hora, mientras al consumidor doméstico le cargaban 1.50 pesos por la misma medida. El propio sindicato precisó de qué se trata: "70 por ciento del consumo de electricidad (en su zona de cobertura) corresponde a 46 mil grandes industriales, que pagan en promedio a 46 centavos el kilovatio-hora, mientras los usuarios domésticos lo pagan a 1.50 pesos, y todavía a fin del año ese recibo de luz de los industriales es deducible de impuestos".

¿Cuánto suma un subsidio de tal naturaleza a la empresa privada? Si lo anterior no alcanzó para llevar directamente a la crisis financiera a la empresa hoy extinta por decreto, entonces lo que sigue puede que sí: por decisión de la misma directiva y el beneplácito de la Sener, Luz y Fuerza del Centro manejaba "cuentas especiales" para los grandes consorcios y dependencias públicas, comenzando por Los Pinos, las cuales no eran otra cosa que regalar el fluido eléctrico a empresas y dependencias selectas, o lo que es lo mismo, no cobrarles el servicio.

El SME denunció lo siguiente: “estamos revisando uno por uno los servicios de cuentas especiales, y ¿qué creen lo que encontramos? La Torre Mayor de Reforma, directa (no paga por el fluido eléctrico; ni recibo se le envía); varios hoteles de la Zona Rosa y de Polanco, directos (lo mismo); el periódico Reforma, directo (igual); (lo que queda del diario) unomásuno, directo (en idéntica condición). La propia Presidencia de la República no paga luz; todas las dependencias federales no pagan la luz, tienen tomas clandestinas. Las repetidoras de Telmex tienen mediciones de ellos, tomas clandestinas, equipos de medición manipulados por ellos mismos, por los administradores de Luz y Fuerza, no por los trabajadores”. No vaya a ser la casualidad de que el duopolio de la televisión y el oligopolio de la radio también estén "directos" (La Jornada, Rosa Elvira Vargas y Enrique Méndez).

¿Cuánto cuesta mantener en "directo" a esas empresas y a los cientos de edificios y casonas del sector público federal? Ayer lo mencionamos en este espacio: "el ex subsecretario de Electricidad, Nicéforo Guerrero (precisó que) si Luz y Fuerza del Centro cobrara lo que consumen las grandes empresas y comercios se resolvería su problema financiero, pues en cuentas especiales y concesiones a grandes empresarios se fugan anualmente casi 40 mil millones de pesos, el doble de lo que va a costar liquidar a los trabajadores activos".

Argentina: nueva ley de medios

por José Steinsleger

Acostumbrado a dictar y excluir, el poder oligárquico mediático argentino acaba de sufrir un importante revés histórico y político: la democratísima Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual (o "ley de medios"), aprobada por un amplio espectro de fuerzas del oficialismo y la oposición civilizada que, movilizadas, siguieron en las calles el debate del Senado por más de 20 horas consecutivas.

A juicio de Frank La Rue (relator de la ONU para la libertad de expresión en el mundo), la nueva ley de medios que sepulta la impuesta en la época del terrorismo de Estado (1980) representa "uno de los marcos legales más avanzados en comunicación" y "caso testigo de democratización del mapa de medios en América Latina".

En adelante, los responsables de los medios deberán mantener una carpeta de acceso público donde figure toda la información relevante de la empresa. Para ser titular de una licencia se evaluarán criterios de idoneidad y de arraigo en la actividad. El Estado nacional, las provincias, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y los municipios tendrán asignadas frecuencias, y las universidades podrán tener emisoras sin restricciones.

La nueva ley de medios decreta que los derechos exclusivos de transmisión del futbol no perjudicarán el derecho de los ciudadanos a seguir los partidos en directo y de manera gratuita. El tiempo de publicidad en la televisión de paga estará reglamentado y, a semejanza de países como Canadá, habrá medidas parafiscales para desalentar la inversión de publicidad en el exterior del país. Por tanto, los grandes medios corporativos ya no podrán deducir del impuesto a las ganancias, lo invertido en publicidad en el extranjero.

Por otro lado, las entidades sin fines de lucro podrán tener licencias de radiodifusión y televisión: 33 por ciento del espectro para asociaciones, fundaciones, cooperativas, universidades, sindicatos, gremios, etcétera. El Estado y el sector privado, respectivamente, gozarán de otro 33 por ciento.

¿Quiénes redactaron la nueva ley? ¿El gobierno de "los Kirchner", como sibilina y perversamente repiten el poder mediático oligárquico, la Sociedad Interamericana de Prensa y sus coros en el continente? Negativo. A más de recoger la complejidad de la sociedad argentina, la nueva ley de medios fue pensada, fundamentada, decantada y elaborada durante más de un cuarto de siglo por millares de anónimos trabajadores de la cultura, intelectuales de la comunicación, periodistas, organismos no gubernamentales, universidades públicas y hasta algunas privadas.

En cuanto a la "libertad de expresión", ningún artículo de la ley (144 en total) hace alusión alguna, siquiera inducida, a la limitación de contenidos. En cambio, abundan varios artículos que defienden la libertad de expresión y, sobre todo, la libertad de expresión de los periodistas. Invitado por el Consejo Consultivo de la Sociedad Civil de la Cancillería, La Rue había observado: "Este proyecto de ley sigue los principios clásicos de la libertad de expresión en el mundo".

El experto de la ONU agregó: "La libertad de expresión es un derecho individual y un derecho colectivo. Es un derecho de las personas y de los pueblos. Un derecho de todos, cualquiera sea su posición ideológica y su posición social".

Pero quizá lo trascendente de la nueva ley fue expresado por la presidenta Fernández en mensaje transmitido por cadena nacional, el 28 de agosto pasado: “… Lejos de ser un proyecto del gobierno o de un partido político es de la sociedad, y también de los 118 periodistas detenidos desaparecidos durante la dictadura, que con su vida dieron testimonio de lo que es el verdadero ejercicio de la libertad de expresión”. Añadió: “No hay que confundir libertad de prensa con la libertad de los propietarios de la prensa… Si ningún gobierno había podido aprobar antes un proyecto de este tenor era porque había un suprapoder en la Argentina. Esto significa que por sobre los poderes de la Constitución, hay otros poderes que tienen suficiente fuerza para imponer decisiones en cualquiera de los tres poderes, a partir de la presión”.

El derecho a la comunicación y a la información, triunfo del campo nacional y popular, es un hecho en Argentina. Y a partir de ahora empieza lo más difícil: que la ley se cumpla, impidiendo la formación de monopolios y oligopolios, desconcentrando la propiedad de los medios, y cumpliendo con los porcentajes de transmisión que la ley prevé para la difusión de la música, el cine y la obra de los creadores y artistas nacionales.

La derecha argentina y el bloque agrario dominante están que trinan.

Daniel Paz y Rudy, moneros del periódico Página 12, de Buenos Aires, resumieron en pocas palabras el desafío. Un par de personajes platican:

–La oposición dice que peligra la libertad de expresión y el pluralismo.

–¡Pero si 80 por ciento de los diarios, radios y canales son opositores!

–Justamente.

martes, 13 de octubre de 2009

El SME y la blitzkrieg

por Luis Hernández Navarro

Acosado por el descontento popular en su contra y la sombra de su ilegitimidad de origen, Felipe Calderón comenzó su sexenio con una blitzkrieg y pretende refundarlo con otra. De la ceremonia de toma de posesión al asalto contra el Sindicato Mexicano de Electricistas (SME), la militarización de la política y la guerra relámpago se han convertido en los sellos de su política.

La blitzkrieg, o “guerra tan rápida como un relámpago”, es una doctrina militar de ataque que combina los bombardeos iniciales con el uso de fuerzas móviles desplazadas a gran velocidad y sorpresa para impedir la defensa coherente del enemigo (Wikipedia.org). Se trata de una guerra de penetración rápida y anulación.

Una variante se efectuó el primero de diciembre de 2006. Recordemos. En esa fecha, el cambio de titular del Poder Ejecutivo, el acto más importante en la liturgia laica de la República, se realizó acelerada, torpe y desordenadamente. En pocos minutos Felipe Calderón llegó a un Congreso de la Unión sitiado por el Estado Mayor Presidencial, rindió protesta como presidente de la República, estuvo a punto de que su antecesor le impusiera la banda, tuvo que ser auxiliado por un militar para que ésta se quedara en su lugar, desairó a los cadetes emplazados para rendirle honores, no pudo dar un mensaje a la nación y puso pies en polvorosa.

Otra modalidad de blitzkrieg se echó a caminar para enfrentar a los trabajadores electricistas. Este 10 de octubre, las tropas de la Policía Federal y del Ejército ocuparon “preventivamente” las instalaciones de Luz y Fuerza del Centro (LFC) antes de que entrara en vigor el decreto de extinción. Horas después, el gobierno federal decretó la desaparición del organismo y anunció la liquidación de sus trabajadores.

No hay en ello novedad. Han transcurrido casi tres años desde que el actual inquilino de Los Pinos asumió el cargo y lo que sobresale de su mandato es su afición por los uniformes castrenses, las fanfarrias y los actos públicos con las fuerzas armadas como telón de fondo. La imagen lo dice todo: el 3 de enero de 2007, en Apatzingán, durante su primera actividad pública de ese año, se retrató con uniforme de campaña, una gorra de campo de cinco estrellas y el escudo nacional.

Una y otra vez Felipe Calderón ha recurrido al uso de la policía y el Ejército para administrar el país. Ha buscado en el combate al crimen organizado la vía de legitimación que las urnas le negaron. La militarización de la política le ha dado las herramientas para gobernar con medidas de excepción. El ataque a los trabajadores electricistas es el último eslabón de esta cadena.

El gobierno federal ha pretendido justificar el asalto al SME responsabilizando al sindicato de la quiebra de la compañía. “Las condiciones establecidas en el contrato laboral impedían la operación de la empresa”, dijo el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont. La acusación es falsa. Los responsables de las deficiencias de la paraestatal fueron sus directivos. Desde el gobierno federal se hizo todo por descapitalizar a LFC. Parte significativa de los subsidios federales transferidos a la empresa se destinó a subvencionar a consumidores industriales y comerciales. Se impidió a la compañía generar su propia electricidad y, simultáneamente, la Comisión Federal Electricidad le cobró en la hora pico una tarifa superior a la de uso industrial.
El decreto presidencial es arbitrario e ilegal. Es un nuevo acto autoritario. El Presidente no tiene facultades para extinguir la empresa. Pasó por encima de derechos exclusivos del Congreso de la Unión. El servicio eléctrico no estaba en riesgo ni había amenaza de huelga. Para desaparecer LFC el gobierno debió seguir un juicio de conflicto colectivo de naturaleza económica, que no se llevó a cabo.

Desapareciendo al SME el gobierno quiere aniquilar una de las fuerzas sociales capaces de aglutinar el descontento social hacia la crisis económica y la política gubernamental. Busca, además, relanzar la figura presidencial en un momento en que sus bonos están a la baja después de la derrota electoral en los últimos comicios y los continuos descalabros en la guerra contra el narcotráfico. Finalmente, quiere dar vía libre en el negocio de las comunicaciones a la iniciativa privada y, al liquidar LFC, acabar con el contrato colectivo y con la autonomía de un sindicato que le estorba para sus propósitos.

El SME desempeñó un papel central en la realización de los siete Diálogos Nacionales efectuados entre noviembre de 2004 y febrero de este año para promover un proyecto de nación alternativo al neoliberalismo, con libertad, justicia y democracia. La iniciativa fue promovida, sobre todo pero no exclusivamente, por un conjunto de fuerzas sindicales que se ubican por afuera o en abierta contradicción con los dirigentes gremiales del Congreso del Trabajo. En ella participan básicamente representantes de fuerzas políticas y gremiales de centro-izquierda ya organizados.

En meses recientes el movimiento popular se muestra reanimado. Damnificados ambientales, opositores a la construcción de grandes presas, indígenas en lucha por su autonomía, defensores del maíz, afectados por las altas tarifas eléctricas, han constituido coaliciones de resistencia a las que podría sumarse el descontento con las víctimas de la crisis y las políticas económicas del gobierno. Los electricistas tienen mucho que aportar en esta convergencia.

Quienes aseguran que con la blitzkrieg del sábado pasado el SME ha sido derrotado no saben lo que dicen. Quienes exclaman “tenemos Presidente” deberían pensar dos veces el alcance de su júbilo. Las consecuencias de esta aventura pueden ser muy graves para el país. La última palabra en este conflicto no se ha dicho aún.